El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 181, la cual recomendaba un plan para resolver el conflicto entre judíos y árabes en la región de Palestina, que se encontraba entonces bajo administración británica. El plan de la ONU proponía dividir la parte occidental del Mandato en dos Estados, uno judío y otro árabe, con un área, que incluía Jerusalén y Belén, bajo control internacional.
Judíos de todo el mundo festejaron esta resolución que condujo, posteriormente, a la Declaración de la Independencia del Estado de Israel el 14 de mayo de 1948.